Divorcio de mutuo acuerdo
En la situación en la que ambos miembros del matrimonio están de acuerdo tanto en la decisión de terminar su relación como en las decisiones que vendrán después, éste será un divorcio de mutuo acuerdo, más rápido y más barato que los divorcios contenciosos, gracias a que no hay enfrentamiento entre los cónyuges.
Ambos integrantes de la relación estarán obligados a decidir y conseguir el pacto en diferentes temas, como los que tienen relación con el bienestar de sus menores a su cargo, la guarda y la custodia y, de cara al progenitor que no obtenga la custodia, aclarar el régimen de visitas y la pensión de alimentos.
En consecuencia habrá que liquidar el régimen económico matrimonial y repartir de los bienes compartidos de la forma más justa posible.
Si no existen riñas entre la pareja, se tratará un proceso más sencillo, incluso cuando algunas cuestiones son delicadas.
Aquellas cuestiones que se decidan en esta clase de divorcio irán recogidos en el convenio regulador, que constituirán las reglas en las que se basará la relación entre la pareja y con sus niños menores desde el momento de la sentencia del divorcio. Si se respetan, no encontraremos ningún inconveniente a partir de entonces.
Dicho convenio regulador se añadirá a la correspondiente demanda de divorcio ante un juez y al verificar la voluntad de ambos miembros de la pareja, será ratificado.
Ventajas del divorcio de mutuo acuerdo
El divorcio de mutuo acuerdo tiene 4 ventajas significativas en términos de coste, duración, libertad y preservación de la intimidad.
Un divorcio menos costoso
A diferencia de otros tipos de divorcio, el divorcio de mutuo acuerdo, que ahora se realiza ante notario, salvo en casos excepcionales, ya no requiere recurrir a un juez. Los cónyuges se ahorran así todos los gastos relacionados con el procedimiento judicial y sus posibles incidencias o prolongaciones.
Sin embargo, para divorciarse contractualmente, los cónyuges deben acordar las consecuencias de su separación: custodia de los hijos, vivienda familiar, prestaciones económicas y reparto de bienes. Esto significa que no necesitan que un tercero se ocupe de estas cuestiones, lo que les ahorra costes adicionales.
Tenga en cuenta.
Si los cónyuges son propietarios de uno o más bienes inmuebles juntos, la división sólo puede hacerse con la ayuda de un notario, antes de presentar el acuerdo. Además de las tasas de presentación, las tasas relacionadas con las operaciones de reparto aumentarán necesariamente el coste del divorcio.
Un divorcio rápido
El divorcio amistoso es en principio más rápido. Una vez que los cónyuges se han puesto de acuerdo sobre los efectos de su divorcio, sus abogados redactan y les envían su acuerdo de divorcio. Tras un periodo de reflexión de 15 días, los cónyuges pueden firmar el acuerdo y depositarlo ante notario antes de solicitar la modificación de su estado civil.
Libertad para ajustar las consecuencias
En el procedimiento amistoso, los cónyuges pueden arreglar las consecuencias de su separación como quieran. Éstas se recogen en el acuerdo de divorcio redactado por sus abogados. Como este acuerdo ya no está supervisado por el juez, los cónyuges tienen aún más libertad para decidir su contenido, aunque deben cuidar, en presencia de los hijos, de proteger sus intereses lo mejor posible.
A tener en cuenta
En principio, los cónyuges que arreglan libremente las consecuencias de su divorcio están de acuerdo en todos los puntos del acuerdo sin excepción. Por lo tanto, la ejecución del acuerdo debe hacerse sin mucha dificultad, ya que es más fácil aceptar las reglas que uno mismo ha establecido.
Preservación de la intimidad
Cuando una pareja se divorcia, a veces es difícil mantener la privacidad. La vida privada de los cónyuges suele quedar expuesta ante el juez y los abogados. También pueden intervenir otras personas en el proceso si hay conflicto, como los psicólogos si hay problemas con los hijos. Por lo tanto, en general, y en la medida de lo posible, los cónyuges prefieren recurrir al divorcio de mutuo acuerdo para no tener que dar las razones de su divorcio.
Etapas del divorcio de mutuo acuerdo
Los cónyuges suelen sentir el divorcio como un desgarro o un fracaso. Sin embargo, cada vez más parejas casadas deciden separarse de mutuo acuerdo. Siguen caminos opuestos, han evolucionado de forma diferente y ya no desean seguir compartiendo el resto de sus vidas juntos, hasta que la muerte los separe.
Así, lo primero que hay que hacer es ver juntos, lo que cada uno está dispuesto a ceder para que todo ocurra en el mejor de los casos.
Si los cónyuges que desean divorciarse sin juez tienen hijos, deben saber si éstos desean ser escuchados antes de dar los pasos. Si no es así, pueden ponerse en contacto con sus respectivos abogados.
Así, cada uno de los cónyuges debe elegir un abogado y los futuros divorciados deben ponerse de acuerdo en todo, incluida la cuantía de la pensión alimenticia, los derechos de visita y alojamiento, el destino de los bienes inmuebles, la separación de cuentas.
En otras palabras, todo debe ponerse en blanco y negro y estar claro en la mente de ambas partes para ser expuesto a sus respectivos abogados.
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Divorcio de mutuo acuerdo: ¿cómo proceder?
Una vez definidos y aceptados todos los puntos, los cónyuges reciben de sus abogados el acuerdo de divorcio de mutuo acuerdo.Disponen de un plazo de días para leerlo con tranquilidad y no deben firmarlo antes de que finalice este plazo.
Si todos siguen de acuerdo en iniciar este divorcio amistoso, la firma tiene lugar en presencia de los abogados de los protagonistas.
En los días siguientes a esta firma, uno de los dos abogados envía el acuerdo al notario que había sido elegido anteriormente, para presentar este acuerdo de divorcio de mutuo acuerdo.
El notario tiene el deber de verificar que todo está en orden.
Realizado este procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo cada cónyuge podrá continuar con sus vidas por separado.
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